
Luego de los hechos inexplicables y asombrosos el pueblo se inculpó; al no poder explicar lo sucedido lo atribuyó a sus pecados. Después de esto, el área se convirtió en un desierto desolado.
Fue escrito en la Biblia, Libro del Génesis 18,19: "Dos ángeles llegaron a Sodoma a la caída de la tarde (del día 28 de junio del año 3.123 aC), y Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad. Cuando los vio, Lot se levantó para ir a su encuentro y postró su rostro en tierra diciéndoles: "Os ruego, señores, que vengáis a la casa de vuestro siervo y paséis en ella la noche". Al rayar el alba del día 29, a la madrugada, los ángeles apremiaron a Lot, diciéndole: -"Lot, toma a tu mujer y a las dos hijas que tienes, no sea que perezcas por el pecado de la ciudad". Como él vacilaba, los ángeles asieron de las manos a él, a su mujer y a sus dos hijas, por la misericordia de Yavéh hacia él, le hicieron salir, y lo condujeron fuera de la ciudad. Mientras lo sacaban fuera y le dijeron: "Escapa, por tu vida. No mires atrás ni te detengas en toda la llanura si no quieres perecer...". La mujer de Lot miró atrás y se convirtió en estatua de sal; eran las 4:30 am.
Para cuando amaneció Lot llegó a Sóar.
Yavéh había hecho llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego desde los cielos y destruyó estas ciudades y toda la llanura, con todos los habitantes de las ciudades y las plantas del suelo.
Era propio de la época y de la región considerar que las catástrofes eran "castigos divinos", y las asociaban con la ira de Dios. Ante tan apabullante evidencia "Dios" fue visto como imperativo y tiránico, creencia que motivó innumerables conductas históricas de estos pueblos.
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