jueves, 26 de abril de 2012

Cada uno lo explica según su idiosincracia

En un maravilloso libro escrito por Aldo Ottolenghi, "Orígenes de la civilización occidental", se consignan las versiones sumeria, egipcia, hebrea, griega, indoamericana (Popol-Vuh) y china de este episodio. Si grandes partes del asteroide cayeron en el océano necesariamente provocó tsunamis gigantes; si en la tierra puede haber provocado terremotos y erupciones volcánicas. El Popol-Vuh dice que la gente fue destruida por causa de que eran necios, en sus mentes no había sabiduría, y no rendían reverencia a los Espíritus del Cielo. Por esa causa fueron triturados, fueron pulverizados, fueron aplastados. Por eso la faz de la tierra se oscureció, por eso comenzó la lluvia tenebrosa, lluvia de día y lluvia de noche...los hombres, llenos de desesperación, corrían a sus casas, pero las casas se derrumbaban y ellos rodaban por el suelo. Se trepaban a los árboles, pero los árboles se desplomaban. Se ocultaban en las grietas, pero éstas se cerraban (con lodo y piedras arrastradas). Todos ellos fueron aniquilados. Dicen los egipcios antiguos: "Isis quiso hacer una especie de revolución contra Ra, entonces éste le pide a la diosa Sekhmet -la de la cabeza de león- que mate a los hombres, lo que efectivamente hizo durante un día. Luego Ra tuvo piedad por los que habían sobrevivido y decidió perdonarlos." Los hebreos lo interpretaron como una sublevación de los ángeles rebeldes contra Dios. Los chinos interpretaron el fenómeno como la lucha de fuerzas sobrenaturales: el Señor del Fuego arroja de la tierra al monstruo Kung-Kung, y éste en su huída choca contra una de las columnas que sostienen el cielo, la columna se parte, la tierra se inclina, y las aguas la cubren (evidente tsunami).

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